Un cuestionamiento que es siempre
subjetivo. Pero que muchas veces saltan a relucir los resultados sin mucho esfuerzo.
Comienzo hablando de dos extremos,
Julia Roberts (46 años) y Kiernan Shipka
(14 años) ambas en unos vestidos a cual más bello, la encantadora Pretty woman
en un hermoso Elie Saab, que lamentablemente era demasiado juvenil para sus
años y no ajustado al protocolo de una premiación así. Mientras Kiernan Shipka vistió de Antonio Berardi, para mí, uno de los
vestidos más bonitos y elegantes de la gala, pero tampoco apto para su tan
corta edad.
En definitivo la peor vestida fue
Lena Dunham en Giambattista Valli, es absurdo darle vuelta a explicar porque
estuvo mal, simplemente fatal.
Por otro lado me pareció que
Camila Alves, la esposa del ganador del Oscar Matthew Mcconaughey estaba
elegantísima con un vestido blanco de trasparencias de Zuhair Murad. Otra
elegante fue Jessica Paré con un Lanvin
negro, color que también vistió Lena Headey, esta vez de Rubin Singer, que le
quedaba sensacional, tal vez el que más me gustó.
Realmente uno de los trajes más
bellos fue el encaje azul de Oliver Tolentino que lució Mayim Bialik, en serio
de ensueño, pero tal vez mucho para la ocasión.
No sé por qué todos critican a Kaley
Cuoco, me pareció que ese vestido de Monique Lhuillier le lució bastante lindo,
y el Prabal Gurungen rojo y negro de January
Jones fue espectacular.
En resumen los vestidos asimétricos
reinaron y los negros, blancos y rojos se hicieron notar en esta gala de la 66
entrega de los Emmy.
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