La primera Semana de la Moda se
celebró en Nueva York en el año 1943, con el objetivo de desviar la atención
que acaparaba la moda francesa durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los
expertos de moda no podían viajar a París a ver los desfiles. La publicista de
moda, Eleanor Lambert, quiso desde un inicio descentralizar y restarle poder a
la que, por esos años, se consideraba la capital de la moda mundial: París.
Artistas y diseñadores de todo el mundo centraban sus ojos en la capital
francesa para ver lo último de las tendencias y diseños. Aquí fue donde Lambert comenzó a organizar eventos y pasarelas en un
solo lugar con algunos de los diseñadores más representativos de la gran
manzana.
Este fue el comienzo de lo que
hoy conocemos como uno de los más importantes escaparates para presentar lo
mejor del diseño mundial.
Pero más que en Nueva York, fue
París la verdadera iniciadora en esta historia. No existen datos oficiales
sobre el inicio de este acontecimiento,
sin embargo, los primeros indicios datan de la Primera Guerra Mundial en
1914, aquí es donde Edna Woolman Chase, redactora en jefe de Vogue, se da
cuenta del diseño de los militares franceses y comienza a plantear un evento en
el cual pudiera enseñar lo mejor del diseño francés, y colocarse así en la cima
de las tendencias.
El calendario inicia con la Semana de la Moda de Nueva York,
seguido por la de Londres. La penúltima es la Semana de la Moda de Milán y
termina con la Semana de la Moda de París. Estas ciudades son tradicionales en
el mundo de la moda, seguidas por nuevas «Semanas de la Moda» que están
teniendo lugar alrededor del mundo.